Volviendo a las típicas cotidianas, de pronto un día me cayeron quince celulares, los cuales no estaban habilitados correctamente. Por un lado, quince aparatos móviles (teléfonos celulares); por el otro, quince chips (memorias).
Me pidieron que los configure de manera que puedan sólo poder ser utilizados para realizar llamadas a sólo teléfonos específicos.
Tengo que confesar (por más que no lo creo un pecado) que no tuve un celular hasta los 20 años aproximadamente. Es más, era feliz de no tenerlo. Cuando entablaba una relación con alguna que otra mujer siempre llegaba la instancia en que me pedía mi celular, a lo cual respondía con orgulloso: “No tengo”.
¡Ahhh! que lindos días eran aquellos, en los que no recibía mensajitos de este estilo: “¿Qué haces?”, “Estoy aburrido”, “Solo quería saludar”.
Luego de haber hecho 15 llamadas telefónicas aproximadamente pues siempre tenia problemas con la configuración pertinente, llamada marcación fija, configuración de costos, pin2, agregar contacto, nombre, teléfono, etc. La simplicidad se agravio, además de que no podían (política empresaria) dar más de cuatro pin2 por llamada, el mail que me solicitaron hacer la solitud del PUK2 de la flota de teléfonos, nunca fue respondido aun cuando fue propiamente solicitado según la solicitud solicitada (se me lenguo la traba sin solicitarlo). Mi paciencia se transformó en violencia conceptual, he hice lo peor que pude haber hecho, trate de hacer razón al empleado de otro lado de la línea, traté de darle a entender que la burocracia info-telefónica y las instrucciones de activación no eran claras.
Al cabo de una semana, estaba exhausto, y decidí hacer lo sensato, que ellos lo hicieran por mi. Fui hasta una de las sedes. Por fin iba a lograrlo. Me equivoque, todo se puede reducir a esta doble respuesta: “Nosotros no nos encargamos de hacer la habilitación, eso corre por parte del usuario”. “Trate con un ejecutivo de cuentas”.
La última es chistosa pues cuando pedí uno, me dijeron que ellos los asignan y no se pueden pedir, al preguntar porque no me respondieron que no sabían como asignarlos. Cuando sea grande quiero ser ejecutivo de cuentas. Trabajo para los clientes que me asignen pero como los que asignan no saben como, término ganando un sueldo mejor que el incompetente empleado que no fue capacitado para asignarme a los clientes.
No voy a terminar mi historia con un final abierto, logre hacer todo como se debe. ¿Quién me ayudo? Nadie, me enyogice y con mi energía zen logre el cometido, estuve sin fuerza vital durante 15 días. Casi muero por una simple tarea.
La simplicidad no tiene nada que ver con la claridad.
3 comentarios:
que amplia la palabra frustración... es una palabra que me encanta, creo que de hecho por eso estoy aqui leyendote.
Una cuestión: ¿es frustrante que no respondan a tu frustración? como lo ves...
Esta entrada de los moviles, bueno celulares... me ha hecho gracia. Yo mi primer movil (celular) me lo regalaron a los 16 años y pese a pasar cierta etapa de mi vida enganchada a el, a día de hoy lo ignoro bastante.
Bueno, espero que vayas teniendo mas exito con tus escritos que cuanto menos si son curiosos y peculiares.
Un saludo
gracias por tu comentario... mi éxito se da con gente como vos que me inspira a seguir
todo un detalle atendieras a mi comentario.
Es curioso este mundo internauta y lo que nos hace movernos por el. No te conozco de nada pero tengo a la vez la extraña impresión de poder divagar contigo sobre mis frustraciones. Seguiré atenta tus escritos, pues me han resultado de interés.
Un saludo :)
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