Unos meses atrás me obsesione por un vehículo motorizado, un deslumbrante monopatín a motor. Era hermoso, una máquina con poder suficiente para alcanzar velocidades asombrosas hasta 40 km./h, con un tanque de un litro de rendimiento inverosímil a razón de 40 km. por tanque. Precio seductor.
Soñaba con despertarme, sacar mi motorizado y deslizarme por las calles. El viento en la cara, aire puro sobre mi frente. Las mujeres risueñas ante mi maravilla tecnológica. ¡Que estilo, que elegancia, que tierno!
Rebasando a simples automovilistas montados sobre sus VMW y Audios.
Sin pagar estacionamientos, sin pagar a “los trapitos”.
Para, para… ¿“trapitos”? ¿Dónde vives?
En Capital Federal, Buenos Aires.
JAJAAJAAAJAAAA... ¡¡¡Pero por favor!!! ¡Un porteño con monopatín! JAJAAJAAA, ni que vivieses en Ámsterdam, Holanda.
La verdad que tenés razón, estoy tocado. Mejor escribo la frustración y dejo de delirar con esa fantasía que tuve meses atrás.
2 comentarios:
Yo tambien lo sufri, pero peor porque no compre ese que vendian en los supermercados. compre uno que era "realmente bueno" y era muuuy malo.
venderlo fue lo que mas me costo en la vida.
:P
como me daba lastima el que me lo habia comprado, siempre le mandaba clientes para el monopatin
jajaja
este tambien era realmente bueno... no lo compré pero sigue en mi inconciente la idea de que alguna vez me compraré uno.
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