Cortito

Artista como pocos, el Maestro Zen, busca expandir sus trazos a todos los rincones del arte. Sollozamente pero para no perder el habito (el habito hace al monje, ni te cuento para ser un maestro zen) cae en uno de sus tantos castigos.

El Maestro Zen ha pensado hacer un corto fílmico junto con otra persona. La idea es la siguiente: una pareja que demuestra que las cosas más lindas no tienen muchas veces las palabras necesarias para describirlas fehacientemente. Una pareja que convive y vive situaciones cotidianas: leer un libro, cepillarse los dientes, peinarse, comer, salir a caminar, tomar sol, irse a dormir, etc. ¿Dónde está el “punch line”? En ningún momento se hablan. El film sería acompañado por una hermosa música de la mano de Erik Satie. Al final del corto, hay un detonante, una tontería, por ejemplo: uno de ellos no encuentra una camisa, o la cama esta sin hacer… en cuanto va a decir algo hacia el otro, en señal de enojo. El corto termina.

El corto lleva de título, “Los Mudos”.

A pasado el tiempo, y el Maestro Zen todavía no ha podido concretar su proyecto, ¿alguien saldrá en su ayuda? Ante nada, él es precavido y ya ha escrito su frustración.